Por unos días la fábrica de harinas se convirtió en un plató donde se filmó el video que ahora se puede ver en su página web.
Nos resulta paradójico y algo triste que, mientras Manzanares vive de espaldas a ese monumental edificio, en especial sus autoridades, desde fuera tengan que venir a recordarnos que tenemos un lugar de una belleza especial y digno de ocupar un espacio en cualquier catálogo de arqueología industrial que se precie.
Ojalá este tipo de actividades sirvan para recordar a los manzanareños y a sus gobernantes que tenemos un patrimonio que hay que proteger y cuidar, aunque sea explotándolo para el cine y la publicidad. Sobre todo porque el día menos pensado, y dado su estado en algunas zonas, nos puede dar un disgusto.
Aquí os dejamos unas fotografías extraidas del blog de Pull & Bear.


