El 29 de Junio de 1995 se inauguró el Gran Teatro de Manzanares.
Desde entonces este pueblo comenzó a gozar de una programación cultural más que buena, muy superior a otros pueblos.
Por aquí pasaron muchos de los grandes, de Els Joglars a La Fura dels Baus. Los manzanareños disfrutamos de muy buen teatro y de unos espectáculos de gran calidad. Luego apareció la red de teatros de Castilla-la Mancha, con su acomodamiento y falta de innovación e interés, y la calidad sufrío un notable empeoramiento.
Ahora tenemos una programación cultural sustentada con la aparición de famosos televisivos en obras mediocres, pero que de vez en cuando nos da una gran alegría con espectáculos y actuaciones de alto nivel.
Además, la casa de la cultura ofrece una programación cinematográfica actual y variada.
Lástima que para disfrutar de esto sea preciso sufrir incomodidades de distinto tipo.
En más de una ocasión, el Gran Teatro ha ofrecido obras destinadas a un público familiar o infantil, aunque poco puedan disfrutar los niños en estos casos. ¿Nadie se ha dado cuenta de que los niños no pueden ver a causa de la altura de las butacas?
Recientemente se representó la obra "Zoo", y el teatro se llenó de padres con sus hijos, pero los niños tuvieron que ver la obra subidos a las rodillas de sus padres pues no alcanzaban a ver, incluso algunos que ya no son tan pequeños. Los padres aguantaron toda la obra con sus hijos a cuestas, los asientos de los niños quedaron vacios pero aún así pagaron su entrada, y el resultado fue una sucesión de molestias para unos y otros que les impidieron disfrutar con comodidad de la obra y que se hubiera evitado si alguien hubiera tenido la idea de colocar unos alzadores como los que hay en los cines, con lo cual se resolvería el problema y todos tan contentos.
Aunque no parece ser que la política de los administradores del teatro sea velar por la comodidad de los espectadores, de lo contrario habría un servicio de guardarropa y no se producirían los problemas que se repiten cada vez que hay que sacar entrada anticipada.
Mientras que otros pueblos hace tiempo que usan un sistema informatizado para la venta anticipada y es posible hacerse de las entradas vía internet, en Manzanares hay que guardar horas de cola con varias semanas de antelación, no importa si hace frío, si llueve o si hace un calor mortal, los manzanareños aguantamos estoicos ante la imposibilidad de hacer algo diferente.
Actualmente, quien no tiene internet conoce a alguien que lo tiene, y de esta forma se solucionaría el problema, pero parece ser que aquí aún no ha llegado el progreso y seguimos haciendo colas para todo, como en otro tiempo.
Hablando de espacios escénicos de la localidad nos queda la casa de la cultura.
Ante la falta de iniciativas privadas que se decidan a abrir un cine en este pueblo donde no se crea nada nuevo, aplaudimos la iniciativa del ayuntamiento que nos permite disfrutar de cine sin tener que ir a otros pueblos, pero lamentamos que sea en determinadas condiciones.
Desde que se "arregló" el patio de butacas, el problema de espacio entre filas es acuciante. Nadie con una estatura mediana es capaz de poder sentarse cómodamente en una butaca ya que el poco espacio obliga a abrir las piernas y a mantener una postura que no es la más indicada para disfrutar de una película.
Y eso en el patio de butacas, porque en el anfiteatro (vulgo gallinero) el problema se agrava y ni los niños pueden sentarse cómodamente.
Si a eso sumamos el exceso de calor, la mala calidad del sonido y los problemas con el enfoque de la imagen, resulta que casi es mejor pagar algo más y disfrutar cómodamente del cine en otra localidad.
Suponemos que mejorar todos estas deficiencias será menos un problema de dinero que de voluntad, pero ya sabemos como está el patio.
martes, 9 de febrero de 2010
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