El desinterés

Las elecciones están cada vez más cerca, pronto entraremos en una odiosa temporada de guerra electoral, y mientras tanto los partidos se preparan para lo que se avecina.
El ayuntamiento, o más bien el partido que lo gobierna, ha iniciado una carrera para acabar todo aquello que prometió en el programa electoral, aunque al parecer no importe de qué forma se haga.
Recientes son aún las inauguraciones del local de ensayo para la banda y del nuevo centro de la mujer. El primero se encuentra en una zona cercana al río, bastante accesible para todos los que allí acudan y ha resultado ser una obra completa e interesante (No olvidemosla relación de cierto concejal con la banda de música)
El centro de la mujer se ha inaugurado junto a la plaza de las Cávilas, en una zona también céntrica y, aunque no hemos tenido ocasión de visitarlo, suponemos que se habrán esmerado en un edificio que es una urna de votos en si mismo.
Pero con las prisas por acabar con el programa electoral nos llega el anuncio de la construcción de un museo local y sala de exposiciones.
Hace tiempo el ayuntamiento reunió a un nutrido grupo de artistas locales (no estaban todos pero era un buen grupo) para pedirles su opinión experta sobre cómo debería ser el museo que albergara la colección remanente del concurso de pintura, así como una sala para exposiciones temporales. Se les consultó y se presentó como lugar donde se ubicaría, las antiguas dependencias del mercado de abastos, las que ahora ya no se utilizan para tal fin.
La idea no era demasiado mala y el ayuntamiento había contado con la gente de Manzanares, en este caso con los artistas, y eso no era usual, lástima que todo eso no sirviera para nada.
Les faltó poco tiempo para descubrir que, debido a problemas técnicos que deberían haber detectado mucho antes, el proyecto era inviable en esas dependencias así que había que cambiar de lugar y, ni cortos ni perezosos, se decidieron por una bodega abandonada junto al campo de futbol.
Con lo bien que parecía ir todo pero de nuevo el ayuntamiento vuelve a sus fueros y se comporta como nos tiene acostumbrados, de espaldas al pueblo, con un desinterés fuera de lo común.
La futura ubicación del museo está lejos casi para cualquier ciudadano de Manzanares, solo pasan por allí las pocas personas que viven en la zona y los que acuden a hacer deporte, desplazarse a ver cualquier exposición supondrá un esfuerzo que muchos no podrán realizar o no estarán dispuestos a hacer acostumbrados a tener los espacios expositivos de Manzanares en el centro, como sucede en cualquier ciudad que se precie.
Pero eso no parece importar al ayuntamiento, ni la palabra dada a los artistas y con ellos al pueblo, ni siquiera les importa que los manzanareños podamos tener acceso al arte, ni que con ubicarla allí estén impidiendo acudir a gran cantidad de gente que por edad u otras circunstancias no puede recorrer una distancia tan grande. A ellos, como de costumbre, les importa cubrir el expediente, exhibir publicamente un programa electoral casi finalizado aunque sea de esta forma, sin contar con el pueblo al que piden el voto, situando un museo en el extraradio para que acabe tan olvidado y poco promocionado como el de Manuel Piña, que está escondido del mundo en un sótano oscuro y frío.
De nuevo nos ignoran y gobiernan a golpe de imposición.
Y mientras tanto el PP más atento a floreros que a los asuntos que realmente atañen a nuestro pueblo. ¿Quo vadis, Manzanares?