A río revuelto

Manzanares ha despedido el año anterior y saludado al nuevo con las espectaculares crecidas del río Azuer.

Los Manzanareños hemos encontrado un pasatiempo en acudir a ver cómo el agua crecida se extendía por los campos y las calles convirtiendo la zona en una especie de mar manchego.
Pero no todo el mundo ha recibido este suceso con curiosidad o alegría, los vecinos que tienen sus casas cercanas al río han sufrido al ver cómo el agua entraba en sus viviendas, cómo el fango hacía estragos en sus propiedades.
Saben muy bien los mayores (Los jóvenes hemos olvidado esas cosas) que la naturaleza siempre sigue su curso, y que en un caso como este el agua va a buscar su casa, sin entender de personas, casas o propiedades. El agua busca un camino para fluir aunque tenga que anegar lo que el hombre ha construido.
Eso ha sido así siempre, no es nada nuevo, por lo que no entendemos cómo el ayuntamiento concedió el permiso necesario para construir en una zona condenada a sufrir los embites del río, aunque sean poco frecuentes.
Nunca se debió construir allí, pero ya que se hizo, ya que las casas están en pié y hay gente habitándola, ¿Por qué nadie hace nada para evitar estos problemas? ¿Por qué nadie toma medidas para evitar que el río entre en las viviendas cada vez que llueve más de lo habitual?
El problema es serio, pero, ¿Cual es la actitud de nuestros políticos ante el problema?.
El primero en destacarse ha sido el PP, que valiéndose de una rueda de prensa (De la que informaron en MTM aunque esa información no haya pasado al canal de la televisión municipal en youtube) ha acusado ferozmente al partido en el gobierno municipal de haber desatendido a los vecinos, de no haber informado de lo que ocurría y prácticamente de haberse olvidado de que aquél barrio existe.
Ante esto, el PSOE ha respondido usando los medios municipales para demostrar con informes policiales y demás documentos lo mucho que se han preocupado por los afectados por el agua (Eso sí está en youtube).
Y eso es todo, se pasan la pelota los unos a los otros, se enzarzan en una nueva absurda discusión, se lanzan los trastos a la cabeza por unos días hasta que todo se olvida, eso sí, después de haber hecho ganancia del río revuelto, aunque estos sean pescadores sólo de votos.
Pero el problema persiste, el río seguirá creciendo cuando le corresponda y los vecinos seguirán sufriéndolo sin que nadie haga nada, sin que ningún político acometa las obras necesarias para proteger a unos manzanareños que sufren el problema calladamente mientras extraen agua de sus casas ayudados por los bomberos, que esos sí que siempre ayudan.