miércoles, 30 de julio de 2008

Del botellón y sus consecuencias

No pretendemos ahora entrar en el debate sobre el botellón. Sabemos que es la consecuencia de diferentes factores como el precio de la bebida o de una cultura basada en el alcohol cuyos creadores y responsables no nos compete a nosotros buscar pero que desde luego no son los jóvenes que la sufren.
Pero sí creemos necesario hablar de como el botellón afecta a los que no lo practican, en ocasiones a los más ajenos, los niños.
En la zona conocida como Polígono Particular 2A, que está situada entre la Isla Verde y el Paseo del Rio, el ayuntamiento construyó un pequeño pero práctico parque infantil.

Es un parque con columpios nuevos, con suelo acolchado y zonas de tierra alrededor. Una buena iniciativa que convierte ese espacio en un lugar perfectamente acondicionado para el uso de los niños que allí acuden.
Pero sucede que esa zona se ha convertido en lugar de celebración de botellones. Al caer la noche allí acuden muchos jóvenes a divertirse a su modo pues es una zona alejada del ruido y el bullicio y debe ser ideal para tomarse algo rodeado de gente con los mismos intereses.
El problema no está en la celebración del botellón en el parque, pues por la noche no hay niños, (Aunque habría que ver qué opinan los vecinos) sino en los rastros que deja tras de si.

Cada mañana posterior a la fiesta el parque y sus alrededores se ven repletos de cristales que antes pertenecieron a botellas que nunca debieron romperse. Donde uno mire es fácil encontrar cortantes vidrios y restos de las botellas amenazando a los niños que allí vayan a jugar.
Los trabajadores del ayuntamiento acuden allí a limpiar, y realizan una buena labor, pero es casi imposible recoger todos los cristales que quedan entre la arena, con lo cual el peligro solo disminuye en parte pero no desaparece y los niños juegan rodeados de vidrios afilados.

Nos gustaría creer que la solución estaría en instalar contenedores para los vidrios, pero visto el respeto que algunos tienen por su entorno dudamos que funcionara.
Seguramente la solución al problema fuera la más drástica, la prohibición del botellón en esa zona, pues intentar el dialogo con quienes llenan de cristales un parque infantil nos parece un trabajo de antemano perdido.
Compete a las autoridades locales hacer algo para evitar un accidente lamentable.

El parque.
Los vidrios

6 comentarios:

Unknown dijo...

Tiran vidrios por todos lados.Ahora esta tan demoda tomar cerveza,todos los chicos y grandes se van al boliche a bailar y no tienen cuidado de nada toman cervesa y no les importan.
Despues terminanla de tomar y la botella la tiran por cualquier lugar y sin importarles donde lo tiran.

Anónimo dijo...

no se puede dar por perdida una batalla sin comenzarla. Yo creo q si no ponen contenedores es precisamente para poder criminalizar a los botelloneros, los cuales no sólo no tienen sitios sociales públicos donde acudir a deshora, sino q tampoco se nos habilita un botellódromo como hacen muchas capitales con universidad. No se puede generalizar, ni todos los madrileños chulos, ni todos los jóvenes botelloneros son guarros, anticívicos ni muchísimo menos. Observese q el único mobiliario urbano existente en la zona son los nuevos columpios, cero papeleras y contenedores.

Tendrán los jóvenes para divertirse, q juntarse en otro lugar, porque para algunos, en el botellón, no se consume alcohol, y para colmo, incluso reciclan lo q consumen limpiando su parte. No esperaba menos. También los hay ejemplares, no lo olviden nunca...

El Manzagato enmascarado dijo...

Desde luego que no todos los jóvenes botelloneros son guarros ni nada por el estilo. Pero aquellos que rompen una botella y dejan los cristales en un parque infantil desde luego que lo son, y no creemos que actuaran de otra forma si hubiera contenedores, aunque estos sean muy necesarios.

Anónimo dijo...

He podido observar la cantidad de basura que hay tras la hora de la merienda en la época estival y todo agosto, en los parquecitos de nuestro pueblo, no soy forense, pero me explico: el papel de alumino que embuelve el bocadillo, en envase de la bebida para que baje, y el del postre si procede. Puede que sea una sola persona, porque el protocolo es parecido, solo cambia el banco. Otro día salga a pasear como hace para tomar fotos de los hechos, o lo tendré que hacer yo, que ya lo había pensado...

Haber si me he enterado: criticas a los jóvenes por diversos motivos, pero ¿no haces ni alusión a otros colectivos que hacen lo mismo?. Abuelito-nieto su merienda, cualquier individuo por la calle puede tirar lo que quiera. ¿Dónde tiras tú el aceite usado doméstico? ¿y dónde terminan las emisiones de gases de las empresas de nuestro polígono? tan orgulloso de existir, pero tan maloliente.

Éste post me parece insuficiente, y para apoyarlo, me remito al hecho que sucedió en Granada y Barcelona, hará dos cursos académicos: el gobierno de Granada levantó un botellódromo cubierto, con escenario para actuaciones, barras, servicios y atención de urgencia, el de Barcelona lo prohibió explícitamente.

Para los políticamente correctos, diré que cuesta creer que el gobierno granadino fuera pepero y el barcelonés pesoero.

En Granada la fiesta se tuvo en paz e imagino que fué un éxito.

En Barcelona, la policía amargó la fiesta, a la que no estaban invitados, con detenidos y heridos. "Estaba prohibido" pensarán, y respondo yo "el que quiera entender que me entienda"... como decía Tolkien "es el eterno conflicto entre la capacidad de crear, y el deseo de poder".

El Manzagato enmascarado dijo...

Por supuesto que mucha gente no siente el más mínimo respeto por su pueblo y ensucia las calles como no lo haría con sus casas, pero no podemos comentar cada papel o botella que veamos en el suelo.
Reseñamos el caso de este parque porque nos parece grave ver los cristales en la zona donde juegan los niños, pero eso no significa que no estemos en contra de otras actitudes incívicas.
Y una cosa muy importante, nunca hemos criticado a los jóvenes por serlo, sino a quienes tienen actitudes poco respetuosas, y nos nos importa si son jóvenes o viejos. Que los que redactamos este blog no somos ningunos ancianos.

Anónimo dijo...

en general, todos somos unos guarros. desde luego puede haber escalas dentro de la guarrería, pero desde los que van de ecologistas-progres-modernillos, pasando por jóvenes botelloneros, amas de casa, agricultores intensivos-industriales, niños devoradores de chucherias...pero sin olvidar a nuestros benefactores empresarios, politicastros demagogos y el mismísimo ministro de medio ambiente. Conozco a muy poca gente que tenga una verdadera actitud respetuosa con todo el entorno en el que vive y con todos los seres que la habitan. Desde luego que el número de flipaos y supuestas conciencias limpias de gente que se cree que por echar sus plásticos en el contenedor amarillo, ha crecido, pero no le saques de ese gesto aprendido con grandes esfuerzos publicitarios e informativos, y la mayoría de las veces poco razonado. la conciencia y el respeto no consisten en gestos, consiste en ser consciente de que formamos parte de un todo mayor y vivo. Bajando a lo concreto yo he sentido vergüenza de pertenecer a la especie humana en situaciones muy cotidianas como estar esperando en una caja registradora a que me saquen el dinero y ver todos esos productos envueltos en bandejas, plásticos y envoltorios que no dejan escapar ni un miligramo de los pesticidas, hormonas y demás productos químicos que nos echamos entre pecho y espalda con el beneplácito de las "autoridades sanitarias", o ver por la mañana temprano toda las bolsas y botellas de plástico (algunas incluso llenas) de esos botellones, pero también ver como nuestro ayuntamiento se jacta de poner contenedores, vehículos de limpieza etc. pero lleva años sin limpiar ninguno de los caminos y afueras de nuestro término municipal (¿qué pasa? ¿que el pueblo termina donde se acaban las casas y la especulación?)...y no hablar de situaciones mucho más graves y grandes porque entonces me hecho a temblar de miedo ante los proyectos y la incultura de toda esa caterva de impresentables y colaboracionistas que manejan el cotarro. desde luego que toda información, mobiliario urbano, barrenderos es poca para intentar mejorar la limpieza de lo que nos rodea, pero sobre todo hace falta que la gente que ensucia, tanto el ciudadano de a pie como el politicastro y el empresario emprendedor y ensuciador abran su conciencia y no se dediquen a repetir como idiotas lo políticamente correcto y moderno respecto a ecología de salón, a sacar pecho diciendo que nos acercamos a directivas y planes europeas y mundiales redactadas para el gran público por los mismos que no dejan de promocionar y alentar la destrucción y la muerte...quereís "soluciones globales para los retos ecologicos del nuevo siglo" (es por utilizar sus formas), ahí van unas propuestas que podrían aplicarse a nivel local: plantar árboles y vegetación de especies autóctonas, poner los molinos eolicos y las placas solares en vez de en el campo más pequeñitas en cada una de nuestras casas (autoabastecimiento energético), enseñar en colegios, institutos, universidad popular a sacar adelante pequeñas huertas ecológicas (aprovechando patios, solares, terrenos municipales, incluso simplemente macetones), cambiar las bolsas de plástico de los comercios por bolsas de tela, educar en el reciclaje pero sobre todo en consumir lo menos posible y reutilizar e intercambiar todo tipo de objetos y conocimientos... ahhh, ¿pero qué he dicho?, que no consumamos, cuando todos los esfuerzos de los gobiernos mundiales, empresas, bancas, medios de comunicación, etc se orientan en programarnos desde que nacemos para ser consumidores "de lo que ellos digan"...os explicaís ahora porque la ecología que nos venden es simple pose, simple limpieza de conciencia, simple crimen.


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