Paseando junto a la portada de la feria, nos hemos encontrado con que un "artista" anónimo ha convertido una señal de tráfico en un personaje sonriente valiéndose solo de tres pedacitos de chicle.
Así, de forma espontanea y con mucho humor, una aburrida señal luce ahora una sonrisa y el bulto en la carretera del que advierte ahora sonrie en vez de esperar agazapado para hacer daño a los coches.
Nos gustan estas cosas, estos momentos de espontaneidad y de humor, y por eso las mostramos aquí.
Esta "intervención" no daña la señal, no desvirtua su significado, no estorba a nadie y en poco tiempo se caerá por la acción del tiempo y el clima. Además, de este modo el chicle no acabará en un banco o en cualquier lugar donde haga daño.
domingo, 13 de julio de 2008
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