martes, 8 de julio de 2008

Fachadas

Los que hacemos este blog procuramos andar por las calles de Manzanares con la mirada atenta, prestando atención a lo que nuestro pueblo nos ofrece, y de este modo nos hemos encontrado con un par de fachadas con algo que comentar.
No destaca Manzanares por su riqueza arquitectónica, a excepción de algún edificio en el casco histórico, por eso sorprende la fachada del número 15 de la calle Morago.

Lejos de contribuir a la aburrida uniformidad de las calles Manzanareñas, el propietario de la casa ha llenado la fachada con todo tipo de adornos de la forma más ecléptica posible. Hay dragones, referencias a Gaudí, citas, palomas, flores, imágenes de Manzanares y un sin fín de ornamentos que atraen la atención de los viandantes provocando una sonrisa. Sean bienvenidas estas iniciativas que contribuyen a embellecer Manzanares aunque sea desde la anarquía arquitectónica.
La otra fachada la conocemos todos, es la de la casa de Josito y le acaban de lavar la cara.
No sabemos si han sido los dueños o el Ayuntamiento, el caso es que ahora que viene la feria y el pueblo se engalana, la casa de Josito luce una fachada de blanco inmaculado, con lo cual desaparece esa sensación de ruina que afeaba la plaza de las palomas.
El problema radica en que detrás de esa fachada blanqueada sigue habiendo un edificio que se hunde por momentos, y cuyo deterioro no parece que vaya a encontrar solución proximamente. No sabemos si su reparación corresponde exclusivamente a sus propietarios o si el ayuntamiento tiene potestad para intervenir de una vez y salvar un edificio que forma parte del conjunto de la plaza más bella de Manzanares, la cuestión es que continua acumulando ruina aunque su fachada reluzca ahora al sol y el día menos pensado nos puede dar un susto y acabar convirtiéndose en otro casino. Es necesario salvar ese edificio, ya sea por iniciativa privada o pública, pero salvarlo, solo hace falta un poco de voluntad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pues yo creo que manzanares si destaca (por desgracia más antes que ahora) por su riqueza arquitectónica. El problema es lo que se entiende por "riqueza arquitectónica" que como muchos otros conceptos ha quedado marcado por un sesgo clasista y cultureta impuesto antaño y ahora por supuestos estudiosos y entendidos. Para mí, la riqueza arquitectónica no se limita a cascos antiguos de pueblos y ciudades bien conservados, ni a grandes edificios antiguos o modernos que destacan por su belleza, grandiosidad e historia y que generalmente pertenecían a familias pudientes o poderes públicos o religiosos. Como comentas en Manzanares existen muestras de esta supuesta "riqueza arquitectónica", como la iglesia de la Asunción, varias casas "señoriales" y burguesas en las calles como Monjas, Manifiesto, Virgen del Carmen, Jesús del Perdón, Mayorazgo, Paseo de la Estación; la fábrica de harinas, ermitas antiguas como San Antón, San Blas, La Paz, etc. No incluyo en la lista la reconstrucción mercantil-escaparate del castillo de Pilas Bonas lo que daría para un tema aparte. Pero para mí, dentro de la "riqueza arquitectónica" están también todas las casas populares de vecinos, con corrales, cuadras, varias viviendas creadas por particiones y herencias, pozos (ya secos), galerías, cuevas, paredes gordas de tapial, tejas y chimeneas, forja en ventanas, portás y sillas en la puerta en la noche de verano. Casas algunas con 70, 100, 120 años, en las que la gente de este pueblo, sus familias han crecido y vivido. Yo empecé a criarme con juegos en un corral, con balonazos, piedras y sollejones. Eso ya pasó, y ahora cuando vuelvo a pasar a esas casas con corrales, pasillos oscuros, alacenas, habitaciones a diferentes alturas e irregulares, con rincones, fresquitas en la planta de abajo en verano, con cuevas, con cuadras, con cal, con parras, con perros, con brochas gordas para enjalbegar, me doy cuenta de la estupidez humana y de la desfachatez e ignorancia de todos esos políticos, de todos esos constructores y de todos nosotros que hemos dejado destruir todo eso a cambio de pisos y casitas adosadas. Todas esas casas eran la verdadera riqueza arquitectónica y la personalidad de Manzanares (y de la mayoría de los pueblos manchegos) tanto o más que el Josito,la casa de Jonte, el derruido Casino o el reconstruido Gran Teatro. ¿Cuántas casas de estás se han derribado en los últimos 20 años? ¿Quién ha dicho algo de esto? Igual ha pasado con las bodegas, ¿cuántas han desaparecido en nombre del precio del metro cuadrado? Vale que hay edificios grandes y bonitos, escudos en fachadas, y patios con columnas, pero nuestras casas tradicionales también tenían su arte, sus rincones, su vida, sobre todo su vida, y la vida siempre estará por encima de las fotos y las vitrinas de los museos y catálogos. Gracias a los dioses, todavía quedan casas así en Manzanares. Sé que nadie se va a preocupar en protegerlas con la ley en la mano, pues esta se la han saltado cuando han querido (y han cobrado) con sus supuestos edificios "históricos", pero al menos que quede constancia de que hay gente que aprecia esos lugares para vivir y que restaurar y conservar siempre es mejor que cualquier construcción nueva llena de cemento, ladrillos industriales y productos químicos que envenenarán nuestro cuerpo y nuestra mente. Y que el verdadero patrimonio, los verdaderos momumentos no tienen que decirnos cual es las "autoridades" destructoras.

Anónimo dijo...

Lo facil es decir que las cosas deben conservarse pero creo que es mas efectivo aportar soluciones que no cuesten al ciudadano y si beneficien al propietario, por ejemplo:
¿que propondrias hacer para que la casa de Josito siguiera conservandose y fuese rentable para el propietario?
La respuesta de hacer pisos a mi no me gusta pero quiza haya otra, un hotel?


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